Digno de confianza
Escrito por Miguel Martinez Clemente en Menú Ejecutivo: a gusto de emprendedores y pymes
Aperitivo
- ¿En quién confiar? ¿Por qué confiar en alguien? ¿Qué es lo que inspira confianza? ¿Soy confiable? ¿Por qué confiarían en mí?
Seguro que en más de una ocasión te habrás hecho estas preguntas o algunas de ellas. Y es que la confianza es un elemento tan presente en nuestras relaciones sociales, ya sean personales o de negocios, que resulta ser la piedra angular sobre la que se soporta todo.
Puede parecer que la confianza es algo abstracto, indefinido. Nada más lejos de la realidad. La confianza es algo cuantificable, real y extremadamente frágil.
En cualquier aspecto de la vida, y especialmente en los negocios, la confianza es la moneda de cambio. Ningún negocio puede prosperar si sus gestores y las personas que trabajan en él son incapaces de inspirar confianza; igual que no concederán su confianza a cualquiera con quien se relacionen, o al menos no debieran hacerlo. Es algo recíproco, porque damos confianza y recibimos confianza.
En realidad, si lo analizamos detenidamente, la confianza está basada en el conocimiento, en lo que sabemos de los demás. Igual que confían en nosotros aquellos a los que nos hemos abierto, a los que hemos dejado conocer todo aquello que necesitaban para otorgarnos su confianza. Por tanto, para saber si podemos confiar en alguien basta con observar a aquellos que están dispuestos a dejarse conocer.
Si vamos a hacer negocios con alguien que se reserva cierta información, la oculta y nos niega el acceso, indudablemente estamos ante un candidato ideal a ser marcado como “no confiable”.
Con demasiada frecuencia, recibo ofertas de emprendedores, principalmente relacionados con los negocios multinivel, que prometen un negocio próspero. Por alguna razón que aún no alcanzo a comprender, porque es una estrategia comercial nefasta, se empeñan en ocultar la naturaleza del negocio hasta que decidas asistir a la conferencia o reunión en la que te lo explicarán. Personalmente no tengo nada en contra de los negocios multinivel, aunque no son de mi interés.
Cuando les pregunto a qué se dedican, qué es lo que venden o en qué consiste el negocio, de forma incomprensible intentan evadirse creando cierto misterio; aunque entiendo que lo hacen por crear expectación, me provocan justo lo contrario. Rápidamente los meto en la lista de “no confiables”. Es evidente que, para confiar en alguien con buenas razones para hacerlo, lo que necesitamos es tener respuestas e información sobre los aspectos que nos interesa conocer de la otra parte.
Claro que nuestro inconsciente va mucho más allá, y desconfía también de los temas sobre los que no tenemos suficiente información. La persona puede ser de confianza, pero no tanto el asunto. Por ejemplo, es posible que el banquero que conocemos de toda la vida goce de nuestra confianza, pero tal vez un día nos ofrezca algo que desconocemos. En este caso, la confianza no tendríamos que depositarla en la persona, sino en el asunto que tratamos con ella. Es importante que aprendamos a diferenciar estos dos aspectos, y a desvincular la confianza personal de los diferentes temas que tratamos.
Una vez más, el conocimiento es la base de la confianza.
Postre
- Hasta ahora hemos hablado de cómo confiar en los demás. Pero ¿qué hacer para que los demás confíen en nosotros o en nuestro negocio? La confianza se construye a lo largo del tiempo y necesita altas dosis de transparencia, bondad, cortesía, honestidad y compromiso. En definitiva, exige tener una ética impecable.Los valores personales que tenemos o los valores que transmite un negocio son los que generan la confianza que conduce al éxito. Todos los que alcanzaron sus metas y consiguieron grandes logros lo hicieron guiados por la confianza en sí mismos y en los demás. Por tanto, si buscas el éxito personal o profesional, la confianza es la herramienta que debes emplear… Sin embargo, recuerda que debe tratarse de una confianza basada en la información y el conocimiento.