Dieta para adelgazar las deudas
Escrito por Vero Deambrogio en Menú Familiar: finanzas para todos los gustos
Aperitivo
- Si eres como la mayoría de las personas, seguramente te sobra algún kilo… o tienes alguna deuda que quisieras eliminar. Aunque no existan las recetas mágicas, hoy quiero recomendarte una dieta financiera que espero que te ayude a organizar (y saldar) tus deudas, en el caso de que las tengas.
¿Sabías que nuestro comportamiento con la comida, igual que con el dinero, está muchas veces ligado a nuestras emociones?
¡Pues sí! Al igual que solemos comer de más cuando estamos nerviosos o ansiosos, también solemos gastar de más cuando algo nos perturba o nos sentimos emocionados. Muchas veces asumimos grandes deudas, como una hipoteca, porque nos enamoramos de la casa de nuestros sueños, sin ponernos a analizar racionalmente si podemos afrontar ese gasto a largo plazo. Otras veces nos endeudamos para llevar a cabo un emprendimiento que creemos que nos dará mucho dinero, sin haber hecho un análisis de viabilidad antes de lanzarnos de lleno. Como no puedo enumerar todas las situaciones que nos pueden llevar a contraer deudas sin correr el riesgo de aburrirte, hoy me voy centrar en las más corrientes.
Existen básicamente dos situaciones:
- Tener una actitud desordenada con respecto al dinero y gastar más de lo que nos podemos permitir.
- Sufrir una situación inesperada que nos lleva a contraer una deuda: una enfermedad, un accidente, quedarnos sin trabajo, una reparación importante que no teníamos prevista, etc.
Al igual que haríamos con cualquier dieta alimenticia, antes de empezar tenemos que saber si nuestras deudas suponen un “ligero sobrepeso” en nuestra economía personal o se acercan más a una “obesidad mórbida” que nos podría llevar a la bancarrota financiera.
Para averiguarlo, vamos a servirnos de lápiz y papel.
- Escribe en un papel TODAS tus deudas (absolutamente todas): a quién le debes, cuánto le debes, qué intereses te están cobrando y en qué situación de riesgo te encuentras.
- Ahora que ya conoces las deudas que tienes, ordénalas según el tipo de interés que te están cobrando. Primero las que te suponen un mayor pago de intereses, después las más “baratas”.
- Hecho lo anterior, puedes ordenarlas siguiendo alguno de estos criterios: “riesgo o sueño”. Es decir, las que te pongan en mayor riesgo, como por ejemplo arriesgarte a un embargo si no pagas la hipoteca, o las que te quitan el sueño, como deberle dinero a tu suegro jubilado, aunque no corras ningún “riesgo aparente”. El criterio lo decides tú, de acuerdo con lo que te motive más a actuar.
Recuerda
- Tanto si tus deudas son con pocos intereses o riesgos, lo que sería un ligero sobrepeso, como si estás a punto de perder tu casa por falta de pago, lo que debes hacer, sí o sí, es ACTUAR. Esperar para enfrentar los problemas no sólo no los soluciona sino que, en muchos casos, los empeora o los convierte en irremediables.
Vamos a por el plan o por la dieta financiera propiamente dicha:
- Haz una planilla sencilla y apunta todo lo que comes, perdón, lo que gastas, pero absolutamente todo, junto a todo lo que ingresas o ingresarás en los próximos meses.
- Como seguramente no te quedará mucho dinero restante (si es que queda algo) para pagar las deudas, es posible que tengas que hacer algunos cambios en tu vida: drásticos y urgentes, si las deudas son grandes, o pequeños ajustes, si son más ligeras. Grandes o pequeños, algunos cambios van a ser imprescindibles.
Y como Postre, recuerda que...
- Perder los bienes materiales tiene remedio… Perder la reputación, no.
- Perder los bienes materiales tiene remedio… Perder la salud, no.
- Perder los bienes materiales tiene remedio… Perder la paz mental, no.
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