Leprechauns, sirenas y otras estafas financieras II
(Aquí puedes leer la primera parte)
Estafas 2.0: Invertir en un Expediente X
La mayor parte de las personas encuentran el mundo de las finanzas tan misterioso y paranormal como la mítica serie con la que despedimos el siglo pasado. Esta percepción deja el terreno abonado para los estafadores 2.0, presuntos expertos que aseguran tener la clave para lograr rentabilidades de ciencia-ficción, mediante inversiones sofisticadas que sólo están al alcance de unos pocos iniciados: “Dame tu dinero y te proporcionaré rendimientos que no son de este mundo, porque conozco los mercados mejor que nadie y encuentro oportunidades que nadie más ve”. De este modo prometen conducirte a la parte más secreta, al Expediente X del mundo financiero, como si este no resultara ya lo bastante opaco e inaccesible en su versión legal.
Y aquí reside una parte del problema. Convencidos de nuestra incapacidad para entender un sistema financiero poco transparente y aún menos didáctico, hemos adquirido una peligrosa propensión a confiar nuestro dinero a cualquiera, aunque se trate (o especialmente si se trata) de gurús galácticos que prometen sacarnos de la mediocridad.
Si bien la denominación pomposa (perdón, quise decir oficial) de estos estafadores es “entidades no autorizadas a prestar servicios de inversión”, en ocasiones reciben nombres mucho más pintorescos, como chinamos o “chiringuitos financieros”. Para conocer con detalle su funcionamiento y las técnicas psicológicas que utilizan, recomendamos la guía Los chiringuitos financieros, de la Comisión Nacional del Mercado de Valores de España, bastante más amena de lo que suele ser habitual en este tipo de publicaciones. (NOTA: Casi todos los supervisores del mundo incluyen en sus páginas web avisos y listas de chiringuitos financieros, lo cual tendría magníficos efectos preventivos si la gente normal conociera su existencia).
Una de las variantes más conocidas de estos timos 2.0 son las estafas piramidales o esquemas Ponzi: la presunta estrategia inversora consiste sencillamente en pagar elevados rendimientos a los inversores más antiguos… con el dinero que van aportando las nuevas víctimas. La pirámide se sostiene mientras existe un flujo regular y abundante de nuevos pececillos, con frecuencia captados por el boca a boca: los primeros que entran en este tipo de estafas pueden recibir bastante dinero antes de que el sistema se hunda. ¿Verdad que suena familiar? Efectivamente, Madoff ha sido el más famoso de los recientes estafadores piramidales, y tiene en su curriculum haber engañado a lo más granado de las finanzas mundiales, incluido el mismísimo Banco Santander.
El caso Madoff demuestra que estos timos gozan de excelente salud, pese a que ya llevan funcionando un par de siglos. La primera pirámide financiera de que se tiene noticia surgió en la España del XIX (para que luego digan que no innovamos) y nació de la imaginación y el espíritu práctico de doña Baldomera Larra y Wetoret, hija del escritor romántico Mariano José de Larra. El sistema es tan sensato que, como señala el chiste, ha sido copiado incluso por la Seguridad Social.
(Traducción: “¡A ver, Madoff! ¿De dónde sacaste la idea de pagar a los inversores más antiguos con el dinero de los más recientes?” “Del sistema de la Seguridad Social…”. Exacto, de ahí deriva el actual problema de las pensiones en los países con menor tasa de natalidad: en pocos años no habrá suficientes trabajadores en activo para pagar las pensiones a una creciente población de jubilados. Puro sistema piramidal en proceso de hundimiento).
¡Qué decepción! Después de todo, resulta que el Expediente X no ocultaba una revalorización sobrenatural, sino sólo un timo sencillito de andar por casa.
¿Quiénes son las víctimas potenciales de una estafa 2.0?
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